El problema es que el agua haga lo que ella quiera. Eso es el problema real. Cuando se sabe que algo jamás volverá. Cuando eso se hace transparente, cuando los muertos, cuando esos interminables seres incontables e inmarcesibles, se vuelven agua.
Todos los moribundos son agua por eso.
Se les van cayendo las piernas y los brazos y los ojos; sobre todo a esos muy ancianos, a esos que empiezan a quedar suaves desde dentro, esos que se pudren, esos que hacen apoptosis un día de pronto. Esos que se ponen flacos, que tiemblan, que babean, balbucean, olvidan más que nada, comen más que menos un día y al otro tiritan de frío. Esos que se se ponen viscosos y no turgentes. Esos que intentan salirse de su molde, que quieren romper poco a poco su piel con su hipodermis para salirse de esa prisión y entrar al mundo real. A tener ese contacto perfecto y directo con todo. Nadie se quejaría de la muerte si la desaparición no quebrantara vidas de paso. Más bien, esa güadaña significa un escondite asertivo. el lugar perfecto para no ser encontrado. Ahí donde ningún enamorado será molestado. Siempre se oye el Lohengrin ahí y el Caprice de Paganini.
esto es un borrador. me he esforzado por encontrar de nuevo esa voz que salía de mí influenciada por miles de autores reales, pero no lo logro. por eso ya no he asistido a las reuniones, siento que ya no tengo mucho qué aportar.
ahora, a destrozar, amies.
3 comentarios:
Quizá lo que necesita es oír vuestra influencia.
Dejad que el agua corra, muerta o viva. El verdadero enigma comienza al extraviarse en los límites de un ser.
Créate.
<3 u N.t.
Danica.
Si es una disculpa por lo del viernes, la acepto.
Oye! sabes que me encanta comerte vivo, ¿verdad?
Me parece un buen esqueleto (el texto) dale vida para antes del miércoles; Lope exige vernos.
antes del miércoles? será una tera ardua; pero creo poder comprometerme y desaparecer al sueño unos días.
Correcto. Veré qué hay por hacer.
Publicar un comentario