Toda su caída fue reposo, como la muerte. No hubo lugar que no fuera abrasado por las aguas, aplastado por sus gotas sagaces y esponjosas que salieron de la nada del aire para parar en bocas sucias y vientres abultados por el embarazo.
La lluvia reposó en el suelo y durmió unos cuantos días sobre mi ciudad inmóvil y llena de frío, arroyos y sueño.
Los autos se detuvieron a verla caer y dormir, las mujeres tomaron sus baldes y los usaron como cucharones para sacar el caldo de las hoyas que se volvieron sus casas y los niños, llenos de pánico, buscaron papel seco para hacerse unos barquitos que los eleven unos centímetros de su suelo, cama de agua cansada.
3 comentarios:
Pasión por favor :) y algo nuevo también hahaha
Genial blog,crisicistas!!!
:s
no sirve
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